Una de las cosas que incomprensiblemente entorpecen y enlentecen mi incorporación a la actividad asistencial en la consulta es el programa informático que los MFyC utilizamos. En mi sector, el endiablado programa se llama OMI.
Querido OMI, eres un completo desastre, tienes millones de botones que no sé para que sirven, alguno ni siquiera me atrevo a pulsarlo por si me borra algo importante, eres lento y no me dejas hacer dos cosas a la vez, a veces decides atascarte en el peor momento, a veces decides que ya no abres ni una pestaña más; cuando escribo me descuadras las líneas, me distorsionas las letras (¿Qué es lo que intentas encriptar? y me cortas cuando te parece que ya he escrito suficientes caracteres (¿Acaso tienes complejo de twitter?) y lo peor de todo es que a veces decides cerrarte en medio de una consulta y tengo que volver a empezar (¿Qué buscas con esos desplantes de drama Queen?).
Lo siento OMI pero estamos destinados a trabajar juntos, y es solo cuestión de tiempo aprenda a manejarte...
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