25/09/2021: Hacemos eeeeco, eeeeco, eeeco....

Hoy quiero presentar una herramienta nueva, que a 3 MIR y un MFyC nos ha arrastrado a cruzar en tren la península, desde Zaragoza hasta Granada, con un manual en la mochila cada uno y mucho que aprender.

Es la ecografía y es para nosotros.  No sólo porque a mi generación le cautive una pantalla y un joystick, no sólo porque está “de moda” o por hacer algo distinto.  La eco nos permite echar un vistazo a lo que hay bajo la piel, al interior.  Es una nueva ventana que nos enseña algunas cosas que antes sólo intuíamos o escuchábamos, incluso radiografiábamos a veces y ahora las vemos en tiempo real.  Cuantas más ventanas abrimos, más luz entra en la consulta y quedan menos sombras, menos dudas. Puede que el día de mañana la sonda llegue a ser un tercer brazo del MFyC, puede que integremos en la exploración la ecografía clínica y puede que los MIR tengamos asegurada la formación en este campo que hoy tan sólo parece de interés para unos pocos. 

Pero no es tan sencillo como apoyar el aparato en el paciente y ser espectador de lo que ocurra.  Hacer ecografía es ser consciente de lo que uno busca, cuando y dónde buscarlo, reconocerlo cuando lo encuentras y saber qué hacer con ello.  Exige mucho estudio y horas de práctica, las manos nunca antes nos habían emitido ultrasonidos, lo normal es que al principio no sepas ni dónde ponerlas.  Nuestros ojos están acostumbrados al color y ahora tienen que adaptarse a ver en blanco y negro la película, y extraer la información que encierra su escala de grises, y te aseguro que no es poca.  Lo normal es que, al principio, no lo veas muy claro que digamos.

En el proceso de aprender yo tengo muchísima suerte.  Tengo dos compañeros que quieren que entrenemos con frecuencia, ahora la eco es un deporte de equipo.  Tenemos un tutor que se ha hecho con el aparato y se defiende con soltura; y generoso nos permite ver sus experiencias y nos acompaña en una práctica guiada si queremos, es el entrenador que nos regala parte de su tiempo y de lo que sabe.  Él lo llama “hacer mano” como si fuera poco; yo lo llamo “pasar con Luis” y me parece un lujo.

Si he de decirle algo al MFyC que me lea es que se busque algún aliado y se aten al ecógrafo a ratitos, el riesgo es que aprendan algo nuevo y que les guste… y al año que viene se crucen el país como nosotros porque la ecografía les enganche, nosotros encantados.


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